UN SUEÑO
Aquí subo otro relato de un ironman, para que se entretengan y busquen la motivación y el sueño del IRONMAN
Después de realizar la cosecha de las patatas, los niños de mi barrio convertíamos los campos recién arados en pequeños estadios olímpicos de tierra batida. Carreras a pie, mucho salto de longitud…y en mi cabeza un sueño “cuando sea mayor haré algo grande que nunca nadie haya hecho”.
Pronto me di cuenta que realizar este sueño no iba a ser tarea fácil. En el equipo de fútbol del colegio tenía un puesto fijo en el banquillo y aquel lugar me parecía demasiado pequeño para un sueño tan grande. La única vez que jugué perdimos 11-0 y yo decidí donar mis botas al rastrillo del colegio y dedicarme a otra cosa.
Con mis ahorros me compré, a los 10 años, una bicicleta. El ciclismo podría ser el lugar ideal para triunfar, sólo dependía de mí el conseguirlo. Todos los días echábamos carreras por las calles del pueblo pero un coche se cruzó en mi destino y mi bicicleta, totalmente destrozada, fue arrestada por mi madre durante un año.
Ahorrar para repararla y convencer a mi madre de que el ciclismo no era tan peligroso no fue tarea fácil pero al final lo conseguí. En muchas ocasiones mi padre me acompañaba con su moto, me servía de protección y al mismo tiempo me animaba. A los 11 años fiché para el Club Ciclista O Rosal y a los 12 mis padres vendieron un ternero para comprarme una bicicleta nueva porque la que yo tenía estaba hecha polvo, sólo me servía para entrenar y tenía que competir con una prestada.
Los resultados obtenidos en las categorías inferiores, alevines e infantiles, fueron demoledores. Mientras mis compañeros de equipo llenaban sus habitaciones de trofeos, yo bastante tenía con intentar acabar las carreras de circuito sin que el pelotón me doblase.
A los 15 años, durante un entrenamiento, me caí y un fuerte traumatismo craneoncefálico me tuvo en estado de coma varios días. Tardé un año en volver a competir. La preocupación de mi familia iba en aumento y motivos no le faltaban. Ellos no estaban en contra de que hiciese deporte pero no querían que corriese riesgos innecesarios. El ciclismo no era el lugar más adecuado para un chico menudo y algo debilucho, que a las primeras de cambio se agarraba unas pájaras de miedo. Los bolsillos de mi maillot siempre iban llenos de fruta, bocadillos, dulces… pero, a pesar de ello, en más de una ocasión, después de haber consumido todo el avituallamiento, me quedaba sin energías y tenía que llamar por teléfono para que mi hermana fuese a recogerme con su furgoneta.
“Cuando sea mayor haré algo grande que nunca nadie haya hecho”.Por las noches soñaba que estaba a principios del siglo XX, en los albores del ciclismo, subiendo los Alpes o los Pirineos, con un tubular en la espalda , la gorra calada hasta las orejas y las cunetas llenas de gente animándome…pobre iluso.
Cuando llegué a juveniles, tenía claro que las cosas iban a cambiar. Estaba dispuesto a demostrar que en las carreras de fondo en carretera podría hacer grandes cosas. No faltaba ni un solo día a los entrenos. En aquella época hacíamos más de 100 km. diarios en un pelotón que encabezaban los profesionales Alvaro Pino, Manuel Carrera….
Los resultados no tardaron en llegar y pronto me convertí en un asiduo del coche escoba. La actuación más destacada fue en una prueba de juveniles en Viana do Castelo (Portugal). En esa prueba los corredores portugueses se pusieron un poco nerviosos en la salida neutralizada, apretaron un poco más de la cuenta y me quedé descolgado antes del km.0. Siempre pasaba lo mismo; una vez me descolgaba del pelotón comenzaba a pasar la procesión: primero el director de carrera, luego los directores de equipo y finalmente el coche escoba con un conductor, en muchas ocasiones profano del ciclismo, que me animaba mucho al principio y que kilómetros más tarde me pedía, poco menos que de rodillas, que me subiera a su coche de una vez que sino no llegábamos ni a la cena. Después de esta gran actuación internacional, mis días en el ciclismo estaban contados. En esta categoría abandoné las competiciones y el ciclismo se convirtió en una afición para los ratos libres entre los estudios y el trabajo.
En el año 1.989 me fui a hacer la mili a Melilla. La falta de espacio para practicar el ciclismo en esa ciudad me animó a cambiar de deporte y me pasé al atletismo. Mejoré bastante mi fondo físico pero las pájaras seguían visitándome más veces de las que yo quisiera. En algunas marchas a pie los compañeros acababan llevándome la mochila para no dejarme tirado en el monte, sin posibilidad de dar un paso más.
Cuando regresé, comencé a trabajar en una fábrica y el deporte pasó a ser un simple entretenimiento de fin de semana hasta que en el año 1.991 conocí, por casualidad, el duatlón. Comencé a practicarlo por hacer algo. En aquella época el nivel no era muy alto y los resultados que conseguía a nivel gallego me animaron bastante. 5 km. a pie, 30 km. en bici y 5 km. a pie era una distancia asequible para mi; sólo tenía que espabilarme un poquito para llegar a meta antes de que me pillase elhombre del mazo.
En el año 1.992 fui algo a la piscina y participé en un par de triatlones de iniciación. Tanto me animé que en ese mismo año llegué a cometer la osadía de participar en un triatlón de distancia olímpica (1.500 metros de natación, 40km. en bicicleta y 10 km. a pie). Tuve muchos problemas para orientarme en el sector de la natación pero la experiencia, al límite de mi capacidad física, valió la pena.
A finales de ese año decidí centrarme en las pruebas de duatlón del circuito gallego. El triatlón lo dejaría como algo secundario debido a las grandes dificultades que suponía para mi afrontar el sector de la natación.
Pablo Casal, un compañero de equipo que estaba estudiando I.N.E.F. en A Coruña, hizo las veces de entrenador en esa temporada. Los entrenamientos comenzaron el 5 de octubre. Cada semana me pasaba un plan de entreno que yo cumplía a medias, ya que mi trabajo en una fábrica de cerámica no me dejaba energías para todo. Aún así los resultados fueron bastante buenos, llegando a conseguir un 4º puesto en varias ocasiones. Me encontraba muy satisfecho con lo que estaba haciendo y estos resultados, aunque modestos, suponían mucho para mi.
El 7 de de mayo de 1.993 recibo una llamada de teléfono que daría un vuelco a mi carrera deportiva. “Hola, soy Luki, los del club quedamos en ir mañana a Redondela a la feria del choco, ¿vienes?”. A mis compañeros de equipo sólo los veía en las competiciones y en algún que otro entreno, ya que yo vivía a 60 km. de ellos. Cualquier oportunidad era buena para intercambiar experiencias, proyectos… y yo no falté a la cita del día siguiente.
Javier Beltrán y Miguel Abreu nos contaron que habían ido al triatlón de larga distancia de S. Juan de Luz en Francia, pero que el fuerte oleaje hizo que se volvieran para casa sin entrar siquiera en el agua. Para quitarse esta espina que tenían clavada y aprovechar todo el entreno que habían realizado, se habían apuntado al IRONMAN de Lanzarote.¿Y eso qué es? pregunté yo. Javier, viendo que yo no tenía ni idea, me fue contando todos los detalles. Primero me explicó qué era un IRONMAN, haciendo especial hincapié en las características de la prueba(distancias, reglamento, historia…) para después centrarse en la prueba de Lanzarote que ese año celebraba su segunda edición. En la primera sólo habían terminado 8 españoles y ningún equipo gallego se había presentado. Javier y Miguel serían la primera expedición que partía desde Galicia para intentar realizar esa prueba.
En aquel momento en España el IRONMAN era algo novedoso. Muchos triatletas soñaban con hacer uno algún día pero la envergadura de la prueba (3,8 km. de natación, 180km. en bicicleta y 42,2 km. de carrera a pie) provocaba que por el momento muy pocos se atreviesen a intentarlo. Tengo que reconocer que quedé prendado al instante. Ese sueño de hacer algo grande estaba ahí y yo no iba a dejarlo escapar.!Apúntame Javier! que voy a participar. ¡Cuánto nos reímos esa tarde!. No me tomaban en serio. Si nos basábamos en mi historial deportivo y en la falta de un entrenamiento específico la conclusión era clara:”no existía ni la más remota posibilidad de que pudiese terminarlo”.
Pablo Casal, como entrenador, se enfadó un poco. El doctor Barral, profesor del I.N.E.F. de A Coruña lo consideró una temeridad. La apuesta era fácil, sólo faltaba determinar en que momento de la competición abandonaría. Sobra decir que en casa el apoyo fue total y mis padres y mis hermanas me animaron un montón. Sabían lo que podía significar para mi finalizar esa prueba, pero había que ser realistas…
El día 14 de mayo Javier formalizó mi inscripción, con alguna que otra dificultad al estar fuera de plazo. El 26 de mayo llegamos al aeropuerto de Lanzarote. La caja de cartón que transportaba mi bicicleta, contrastaba con las maletas rígidas que llevaban los demás participantes y mi chándal de oferta 2x1 con las camisetas Finisher Hawai; pero el detalle más impresionante era comprobar que el resto de participantes traían muchos kilómetros de entrenamiento encima de su cuerpo.
Dedicamos la semana a visitar los circuitos de la prueba y salimos a rodar algo en bicicleta y a trotar por las mañanas para aclimatarnos. Los comentarios sobre los circuitos eran el único tema de conversación.:” Los de la organización no paran de colocar boyas en el mar y el rectángulo que han balizado nos parece inmenso”. ”El Panda que alquilamos tiene serias dificultades para subir los puertos del circuito ciclista”.”La carretera por donde irá la maratón es un auténtico rompe piernas.”Otro comentario era el calor abrasador y el fuerte viento. Por algo dicen que es el IRONMAN más duro del mundo y cuando lo conoces te infunde un gran respeto.
A medida que se acercaba el día nuestra preocupación iba en aumento y los nervios estaban a flor de piel. A las7:05 de la mañana del 29 de mayo 476 triatletas nos lanzamos al mar en la playa de Puerto del Carmen; la mayoría de nosotros con el único objetivo de ser capaces de llegar a la meta antes del cierre de control. La hora límite para finalizar la prueba estaba fijada para las 12:00 de la noche.
El lema de esta competición es “los límites normales no cuentan” y en mi caso fue así. Contra todo pronóstico conseguí finalizar el IRONMAN. Mi entrada en meta fue a las 7:08 de la tarde con un tiempo de 12 horas 3 minutos y 16 segundos. Un registro discreto pero que en aquellos momentos, teniendo en cuenta mi trayectoria deportiva y el tipo de entrenamiento que yo hacía, escapaba fuera de toda lógica. ¿Cómo lo conseguí?. Un poco de todo: ilusión, suerte, saber dosificar, ser consciente de mis limitaciones y sobre todo las ganas de cumplir aquel sueño que tenía desde pequeño “cuando sea mayor haré algo grande que nunca nadie haya hecho”.
A mis padres y a mis hermanas. Sin ellos este sueño nunca se hubiese hecho realidad.
RESUMEN ENTRENOS 5/10/1992 A 27/05/1993 Y RESULTADOS IRONMAN
A continuación voy a resumir los entrenos que realicé en los 8 meses previos a mi primer IRONMAN y que estaban planificados única y exclusivamente para competir en duatlón. En la natación los datos son exactos, en el ciclismo casi exactos, con un margen de error muy pequeño. En el atletismo el margen de error es un poco mayor al haber muchas series, calentamientos…; aún así este error no es superior a los 100 Km..
1- NATACIÓN: sólo realicé 6 entrenamientos. Anteriormente había ido a la piscina en la primavera de 1.992, en unas 20 ocasiones, ya que la piscina quedaba a 30 Km. de casa. Ese mismo año participé en un par de triatlones de iniciación y uno de distancia olímpica. De pequeño había ido 1 mes a aprender a nadar al Codesal , un club privado de A Guarda con piscina al aire libre. El resto de mi contacto con el agua se limitó a ir a dar el baño al río Miño en verano, aunque no era precisamente un deporte por el que sintiera debilidad por las tiritonas que me agarraba.
RELACIÓN ENTRENOS:
1.000m./1.750m./500m./3.000m./1.000m/1.500m
TOTAL NATACIÓN: 8.750 metros. RESULTADO el día de la competición:3,8Km. en 1h:41m:46seg.
2- CICLISMO: era el deporte del que procedía y que practiqué muchos años con los resultados ya comentados en el artículo. El total de sesiones fueron 59 entre octubre y mayo, incluyendo los duatlones. A continuación los relaciono uno por uno con sus distancias en Km.
RELACIÓN DE ENTRENOS: 55- 45- 45- 55- 40- 40- 36,4 - 27 - 20- 20- 36-50- 29- 10- 31,8- 29,7- 61- 33,7- 76,87- 47- 43,6- 55- 50- 90- 30- 52- 35- 30- 55- 30-45- 40- 50- 60- 30- 45- 22- 30- 40- 30- 30- 26- 60- 15- 25- 30- 20- 20- 40- 20- 80-40- 106- 90- 53- 110- 70- 70- 70.
TOTAL ENTRENO CICLISMO: 2.626 KM.
RESULTADO el día de la competición:180Km y las 2 transiciones en 6h:35m:01seg.
3-ATLETISMO: a este deporte no llegué hasta el año 1.989. Anteriormente sólo lo practicaba en las clases de gimnasia y alguna competición escolar. Mi estilo de correr, un tanto estrambótico, hace que este deporte sea bastante traumático para mi.
Desde 1.991 compaginé el duatlón con 4 o 5 participaciones en cross y esporádicamente en pruebas populares. Una vez había participado en una media maratón pero nada más. La realización de la lista de entrenos es lo más aproximada posible. Dada la dificultad, a la hora de extraer datos de las hojas de entrenos (hay muchas series, calentamientos…) los he agrupado por semanas, con un total 28. En estos kilometrajes van incluidos también los Km. realizados en las populares y los duatlones en los que participé mientras realizaba estos entrenos. A pesar de esta dificultad el error no debiera ser superior a los 100km, arriba o abajo, en el total de los 8 meses de entreno.
RELACION DE KM. SEMANALES:15- 20- 35- 8- 35- 12- 25- 28- 6- 25- 0-12- 23- 15- 15- 15- 30- 15- 22- 25- 15- 18- 15- 31- 15- 15- 93-30.
TOTAL ATLETISMO:613 Km. RESULTADO día de la competición: 42,2Km. en 3h:46m:29seg.
1 comentario:
Encuentro fantástico encontrar la manera de ponerse objetivos, especialmente para un Ironman.
Hay que buscar la manera de ponerse en foco, día a día, paso a paso....
LO MAS IMPORTANTE: CREER QUE LO QUE HACES ES LO CORRECTO, vendrán dudas terribles durante el entrenamiento, pero hay que dejarse guiar por alguien que sepa y creer que todo saldrá bien.
Esa es la clave
Lo demás está en las capacidades de cada uno, pero la meta se acerca cada día....
Un saludo y animarse es una tremenda experiencia, yo ya me preparo para el segundo ¡¡¡
Saludos
Cesar
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